Somos historia entre historias,
camino sagrado del sol.
Somos mestizos del viento,
canción vagabunda y dolor.
Sangre mestiza en la frontera,
sueños de un rojo amanecer.
La tierra llama a quien la cuida,
la sangre corre por doquier.
Quinientos años nos ocultan,
triste historia y soledad.
Corren lágrimas ocultas,
maldita violencia sin piedad.
Somos un pueblo que renace,
en una lejana ciudad.
Fuera de dogmas impuestos,
conciencia sagrada y oscuridad.
Palabra ignorada,
caminos de historias de vida y amor.
Somos la fuerza olvidada,
hijos vagabundos del sol.
Llantos de vida que brotan,
que duelen, despiertan corazón.
Sangre mezclada en historias,
que buscan justicia y redención.
Abrazo de memoria,
de vida y de dolor.
Tejemos la esperanza
de un nuevo amanecer.
Con la luz de la verdad,
guía y corazón.
No olvidamos, no perdonamos
las sombras del pasado, sin temor.
En cada paso justo,
fraternidad y unión,
celebramos la riqueza
de la diversidad.
Rescatamos las raíces
que nos dan identidad,
tejiendo así un futuro
de justicia y equidad.