Hoy salgo a navegar
con rumbo hacia el azul profundo del mar,
buscando nuevas tierras
sin volver la vista atrás.

Naranja está la luna allí en tu frente,
sabiduría que sabe recibir
y transmitir con la delicadeza
la fuerza universal,
como un río hacia el mar.

Somos luces aprendiendo a naufragar,
cometiendo algunos sutiles favores,
tropezando, que la vida es mucho más,
y sabiendo, eso sí, los doy por cierto,
que con el tiempo volveremos hacia el mar.

Hoy te invito a que inventemos el naufragio,
porque no hay otra manera de aprender,
como lágrimas flotando en el espacio,
como luces que no dejan de encender.
Así nos quiero ver, así nos quiero ver

Bajo Cero
una canción, un pensamiento
Bajo Cero
Tu corazón lejos del miedo

Llegó la hora de partir,
llegó el momento que ya fue,
pequeño instante que ya fue,
todo este amor quedó en dolor.

Se abrió la herida con un golpe,
cayó la flor del velador.
Aquí los días bajo cero
pasan volando junto al viento.

Bajo Cero
una canción, un pensamiento
Bajo Cero
Aquí descansa el mundo entero.

Cayó su voz entre la nieve,
cayeron años de esperanza.
Buena razón para vivir,
cantarle a todo y a la nada.

Aquí los días bajo cero
pasan volando junto al viento,
sacando cuentas,
tejiendo sueños,
cerrando heridas,
contando cuentos.

Bajo Cero
una canción, un pensamiento
Bajo Cero
Aquí descansa el mundo entero.

En tu mirada, Luna,
en tu sonrisa, Sol,
no hay ninguna amargura,
solo alegría y amor.

Será un invierno largo,
de nieve y algodón.
Serán tus sueños santos,
serán tus ojos, mi amor.

Sacúdeme el alma
de toda venganza,
es una manera de amar y soñar.
Será cada día
una poesía.

Como una carta de amor,
como una carta de amor.

Recojo estas palabras,
de nieve y algodón,
y una foto de la infancia,
y una yaga al corazón.

Eres la singularidad
que habita en mi interior,
donde nacen las palabras
que forman la canción.

Sacúdeme el alma
de toda venganza,
es una manera de amar y soñar.
Será cada día
una poesía.

Como una carta de amor,
como una carta de amor.

En la vastedad de la Creación, florece un poema,
donde cada palabra es un rayo de luz que quema,
justicia y amor, fundidos en su esencia,
fuerza que guía en cada circunstancia.

Sabiduría antigua, en cada rincón reside,
conocimiento profundo, en las estrellas se
esconde,
misericordia que abraza, como un cálido abrazo,
libertad y gracia, en cada paso.

Leyes y mandamientos, como guías en la noche,
pactos tejidos en el cielo, en cada derroche,
cumplimiento de destinos, en cada latir del
tiempo,
evolución constante, como un eco suave al
viento.

Vida que fluye, como un río sin fin,
apoyo inquebrantable, como un amigo fiel en el
confín,
alegría que danza en la aurora del día,
belleza en cada rincón, en cada melodía.

Paz que acuna al mundo, en su tranquila quietud,
infalibilidad que brilla, en cada senda y actitud,
equilibrio perfecto, en el baile de los astros,
espíritu etéreo, en cada rincón y rastro.

Eternidad que se extiende, más allá de los
confines,
coherencia en cada eco, en cada rincón que
define,
devenir de estrellas y almas, entrelazadas en un
ciclo,
perfección que se descubre, en cada paso y
sacrificio.

Satisfacción que emerge, en el corazón sereno,
inagotabilidad como un río que fluye ameno,
omnipotencia que reside en cada pensamiento,
dulzura y ternura, en cada sentimiento.

Infinitud en el vasto universo en expansión,
conexiones invisibles, que unen cada nación,
sensaciones que acarician, como suave brisa en
la piel,
respuestas en el eco, en cada pregunta fiel.

Elevación de almas, como aves en el cielo,
sohar de la existencia, en cada verso sincero,
suavidad que acaricia, como suave caricia en la
noche,
claridad en cada paso, en cada nuevo broche.

Pureza que brilla, como estrella en la noche
serena,
transformación constante, como danza que
amena,
origen de todo, en cada rincón y ser,
futuro que se teje, como promesa que queremos
ver.

Poder que yace en la esencia de cada ser,
reverencia por la Creación, en cada amanecer,
totalidad que abraza, como universo en su
abrazo,
y en todo esto yace el SER, en cada paso y trazo.

Estrellita del alba,
luz que anuncia la vida
cada mañana.

Hermana del sol y la luna,
tu brillo guía mi vida
en justo destino.

Entre sombras oscuras,
cuando cae la noche,
eres mi claridad.

Tu resplandor nos enseña
cómo bailar por la vida,
vivir y soñar.

Caravana de estrellas,
fruta jugosa encendida,
misterio y destino.

Noche de estrellas fugaces,
cantas, mujer, y derramas
el agua del alma.

Reflejo de luces en juego,
diversidad y universo,
vivir el momento.

Eres la ventana abierta
hacia el misterio profundo
que llama la vida

Somos historia entre historias,
camino sagrado del sol.
Somos mestizos del viento,
canción vagabunda y dolor.

Sangre mestiza en la frontera,
sueños de un rojo amanecer.
La tierra llama a quien la cuida,
la sangre corre por doquier.

Quinientos años nos ocultan,
triste historia y soledad.
Corren lágrimas ocultas,
maldita violencia sin piedad.

Somos un pueblo que renace,
en una lejana ciudad.
Fuera de dogmas impuestos,
conciencia sagrada y oscuridad.

Palabra ignorada,
caminos de historias de vida y amor.
Somos la fuerza olvidada,
hijos vagabundos del sol.

Llantos de vida que brotan,
que duelen, despiertan corazón.
Sangre mezclada en historias,
que buscan justicia y redención.

Abrazo de memoria,
de vida y de dolor.
Tejemos la esperanza
de un nuevo amanecer.

Con la luz de la verdad,
guía y corazón.
No olvidamos, no perdonamos
las sombras del pasado, sin temor.

En cada paso justo,
fraternidad y unión,
celebramos la riqueza
de la diversidad.

Rescatamos las raíces
que nos dan identidad,
tejiendo así un futuro
de justicia y equidad.

Mirando al cielo voy, viviendo la alegría
de estar contento en esta vida,
y sé que hay cosas que nos cuestan,
y para eso estamos cerca.

Amor sincero es lo que vale,
amor sincero es lo que vale.

Ya somos pájaros del viento,
vamos creciendo en este vuelo,
y como gotas de lluvia clara,
tus ojos lloran la mañana.

Yo soy tu abrigo y tú mi almohada,
es que este amor no cuesta nada.

Te busco por donde quieras,
y abrígate de este frío.
Sácudete todas las penas,
y límpiate esas heridas
que la vida dejará,
te dejará,
dejará,
te dejará.

Regálame esa sonrisa
al lado en aquella esquina,
que yo te estaré esperando
bajo la luz de la luna
que esta noche dejará,
nos dejará,
dejará,
nos dejará.

Tú
siempre vienes y te vas,
con
el viento de la noche al pasar.
Yo
te espero, enciendo una luz,
veo pasar tu fantasma y te vas,
te vas, te vas.

Te busco por donde quieras,
y abrígate de este frío.
Sácudete todas las penas,
y límpiate esas heridas
que la vida dejará,
te dejará,
dejará,
te dejará.

Life could be good,
the days could be warm.
Lovers and youth,
stars above.
An angel is near,
moon in the sky,
a dream is inside.

Oh, love of mine,
night is around,
rooster is here,
a quiet blue night.
Lovers at dawn,
blue village life,
one heart beat for two,
a moment for us.

Finding you here,
I don’t understand,
could this be real?
This beautiful night,
a glance in your eyes,
and glowing inside.
Lovers at dawn.

Oh, village life,
stars above,
feeling inside.
Our bed and the warmth,
a rooster will sing,
his waking up call.
Let this be real,
you and me here.

Let us fly together
and defy the weather.
Let us play with love,
delicate and loose… as a feather.

We are more than birds,
gliding up above the skies.
We are truth and dance,
happiness at first glance.

Time will give us space,
let’s play this dance and embrace.

Things have changed between us today,
as in nature, stars have always changed.
That’s the only way, things just never stay the same.

As the river flows, so will this game.
What we have today will not return.
I’m not the same, and you’ve also changed your ways.

Like a river, time will flow (one way).
Nothing more is there to know.
Yet the past will not return,
humble treasure for the soul.

Things have changed between us today,
as in nature, stars have always changed.
That’s the only way, things just never stay the same

Underneath the rain’s embrace, I stroll along this earthly plane,
a rhythm in each droplet’s trace, a melody in nature’s reign.
I feel the heartbeat of the land, a connection deep and true,
as I walk this path hand in hand, belonging to the world I knew.

I’m dancing with the rain, a partner in this cosmic waltz,
a symphony of life’s refrain, where every step is an exalted pulse.
Belonging to the Earth, my roots run deep and free,
in the rain, I find my rebirth, a timeless bond embracing me.

Each raindrop whispers secrets old, tales of ages gone by,
the stories that the Earth has told, written in the open sky.
I’m not just a wanderer passing through, I’m part of this grand design,
with every step, a connection renewed, beneath the rain’s soft chime.

I’m dancing with the rain, a partner in this cosmic waltz,
a symphony of life’s refrain, where every step is an exalted pulse.
Belonging to the Earth, my roots run deep and free,
in the rain, I find my rebirth, a timeless bond embracing me.

As the raindrops cleanse my soul, I’m stripped of pretense and disguise,
becoming whole, I’m finally whole, beneath these weeping skies.
The rhythm of the world, a song that never ends,
in this dance, I’m unfurled, as the rain and I transcend.

So let the raindrops fall like tears, upon this sacred ground,
with each passing storm that nears, a love eternal is found.
I’ll keep on walking, hand in hand, with the Earth’s tender embrace,
in rain or shine, I’ll understand, that belonging is my grace.